torsdag, december 27, 2007

Cuento de navidad

(Ulrika entra en una pastelería para comprar algo de merienda)

Ulrika: Hmmmm, ¡qué buena pinta tiene esa palmera de chocolate!

Palmera de chocolate: Estoy deliciosa, pero no deberías comerme porque tengo mucho azúcar y no soy demasiado buena para la salud, sobre todo después de las navidades de chucherías y dulces varios que te estás pegando.

Ulrika: Bueno, vale. Me cogeré una napolitana de crema.

Napolitana de crema: Yo también estoy buenísima, pero no pienses que porque no tengo chocolate no engordo. A lo mejor deberías escoger otra cosa.

Dependienta: ¿Se decide ya, señorita?

Ulrika: Un segundito por favor. Creo que tomaré unas pepparkakor, que seguro que es lo más sano.

Galleta de jengibre: Lägg av! ¡Ande vas, vikinga! ¿Tú sabes cuánto azúcar me ponen, alma de cántaro? Por no hablar de la mantequilla...

Ulrika: ¡Jopetas! No puede una comer nada. Bueno, pues me tomaré una chapatita de salmón con huevo.

Chapatita de salmón: Yo sí que soy sana y deliciosa. Cómeme, Alicia.

Ulrika: ¡Que me llamo Ulrika!

Dependienta: ¡Señorita! ¿Se decide ya? (es que las dependientas suecas son unas bordes).

Ulrika: Sí, póngame una chapatita de salmón, por favor. Para llevar.

(Una hora después, en casa de Ulrika)

Ulrika: Hmmm, qué rica chapatita me voy a comer para merendar.

Chapatita: Por favor no me comas, soy madre de familia y tengo que cuidar de los míos.

Ulrika: ¿Y quiénes son los tuyos?

Chapatita: Tengo dos churumbeles muy guapos: una medianoche de jamón york y un canapé de queso con nueces. Mira, aquí tengo sus fotos.

Ulrika: Sí que son apetitosos, sí. Entonces ¿por qué me has pedido que te comiese?

Chapatita: Para salir de esa cueva de caníbales. Tú me has parecido buena persona y he pensado que, si te contaba mi historia, no me comerías. Los demás tenían demasiada cara de hambrientos.

Ulrika: Todo esto es muy extraño y yo tengo mucha hambre. ¿No puedo darte aunque sea un bocadito?

Chapatita: No, por favor, piensa en mis niños, huérfanos y abandonados a su suerte.

Ulrika: Bueno, siempre puedo comérmelos también.

(Y Ulrika se zampa en dos bocados a la pobre madre chapatita)

(Doce horas después, nos encontramos a Ulrika en el baño, con el estómago bastante revuelto)

Ulrika: ¡Odio las chapatitas de salmón! ¿Por qué me la habré comido?

Chapatita (moribunda, desde el estómago de Ulrika): ¡Justicia divina! ¡Muero matando!

Moraleja: Queridos niños, la próxima vez que dudéis entre un delicioso bollo y una sana chapatita recordad la historia de la pobre Ulrika, que por guardar la línea asesinó a una pobre madre de familia y sufrió una fuerte indigestión en castigo por su mala acción.

Y colorín colorado...

söndag, december 23, 2007

fredag, december 14, 2007

Ulrika escribe a Santa Claus

Querido Santa Claus:

Este año me he portado muy bien, he sido una niña muy buena y he hecho todos los deberes que me han mandado. Bueno, tengo que reconocer que algunos días he sido un poquito mala (sólo un poquito) y le he tirado de las trenzas a mi compañera de clase, pero es que es muy pesada y no hace más que hablar y quitarme los bolis. Y encima la profa no quiere cambiarme de sitio, así que voy a tener que aguantarla hasta final de curso. ¡Qué rollo!

También me he peleado con mis hermanos pero no me lo tengas en cuenta. Soy la única chica, así que me tengo que defender. En realidad sólo le tiré los coches a la basura a Sven y le rompí el camión de bomberos a Jan... Bueno, y les pinché las ruedas de las bicis.... Y le pegué una patada a su balón de fútbol y se quedó enganchado en un árbol... Y me chivé cuando se colaron en la casa abandonada que hay al final del pueblo... ¡Pero es que me tengo que defender!

Como ves he sido más buena que el año pasado. Por lo menos este año no me han castigado en el colegio por pelearme con los de 5º. Y no me he comido los caramelos que guarda mamá en el armario de arriba de la cocina (bueno, sólo unos poquitos). Y tampoco le he arrancado la cabeza al muñeco de la prima Marira (¡aunque fue sin querer!) ni he jugado a tirarme desde la litera de arriba a la silla de la habitación para así rebotar y caer luego al suelo de un salto. Ni me he colgado de la barra de la canasta del cole (ya escarmenté el año pasado, cuando me solté sin querer y me dí con la caja de metal donde se guardan los balones en la cabeza y me salió un chichón enorme y las monjas me tuvieron que llevar a urgencias).

Ya que me he portado mucho mejor, me gustaría que me trajeses por fin la Barbie Fashion Fever que ya te he pedido tres veces, que va siendo hora de que me traigas lo que quiero yo y no lo que prefiere mi madre. Ya sé que las Bratzs están muy de moda, pero no me regales más, que no me gustan las muñecas cabezonas.

Acuérdate de que hace dos años te dije que prefería tener los regalos el día 23. Ya sé que me hiciste caso, pero podías haberlos dejado debajo del abeto en vez de escondidos en un armario del trastero y además a medio envolver. A ver si este año te lo curras más, hombre.

Kyss, kyss!

Ulrika

torsdag, december 13, 2007

Palabras que le gustan a Ulrika

alma

libélula

sonrisa

tormenta

alhelí

frágil

mariposa

sutil

galaxia

främling

tisdag, december 11, 2007

Un día en la vida de Ulrika (y IV)

18:55. Sigo trabajando. La señora de la limpieza me ha dado un susto de muerte cuando ha abierto la puerta. Acto seguido, se ha puesto a contarme lo cansado que es el trabajo que tiene por las mañanas, por lo que he tenido que hacer una pausa.
19:15. Después de un buen rato de charla, la señora de la limpieza decide ponerse a trabajar. Yo aprovecho para escabullirme hacia la salida, no vaya ser que se le ocurra contarme sus múltiples operaciones de varices.
19:25. Cojo el tren de vuelta a casa. Por alguna extraña razón que no puedo ni imaginar, el conductor tiene puesto el aire acondicionado, por lo que hace más frío dentro que fuera. Estoy a punto de bajarme del tren y esperar otro, pero las ganas de llegar a casa pueden más que 15 minutos de tiritona.
20:00. Llego a casa. O. está esperándome para cenar. Yo sólo quiero meterme en la cama con 5 mantas encima a ver si logro sacarme el frío que se me ha pegado en el tren.
20:20. O. me trae una sopita caliente a la cama. Me encantan las sopitas calientes. Está tan rica que me quedo adormilada.
22:30. Me despierto sobresaltada. Me he quedado dormida. Después de la siesta no tengo sueño así que decido levantarme.
23:00. Me vuelvo a la cama a ver si me entra sueño.
23:15. Me levanto porque no puedo dormirme.
23:30. Empiezo a quedarme dormida delante de la tele y decido aprovechar la somnolencia para acostarme. Me acuerdo de que no me he lavado los dientes.
23:32. Lavarme los dientes me despeja, así que vuelvo a la tele a ver si con el aburrimiento me vuelvo a adormilar.
23:50. Sigo con los ojos como platos. Creo que voy a pasar otra noche de poco sueño.
00:01. Le doy al botón de publicar entrada.

måndag, december 10, 2007

Un día en la vida de Ulrika (III)

15:40. Sigo trabajando. Tanto papeleo acumulado me va a volver tonta. Cuando miro al frente sólo veo sellos oficiales y logotipos del Fondo Social de la Unión Europea. I. está hablando ahora de su ex-novio, al que dejó hace más de 10 años y del que nos sabemos su vida entera.
16:50. Empiezo a pensar que I. está enferma porque me parece imposible que alguien pueda estar hablando sin parar desde las 9:15 de la mañana. Tomo nota de buscar en internet qué enfermedades mentales tienen como uno de sus síntomas la verborrea.
17:50. Como sólo quedan 10 minutos para salir, I. corre a por su abrigo. Por fin hay algo de calma. Se oye la radio de transfondo. Me doy cuenta de que no me había percatado de que estaba encendida. La voz de I. cubre cualquier sonido que se produzca a su alrededor.
18:05. I. y N. se acaban de ir. He decidido quedarme un ratito más para intentar terminar con el papeleo, que mañana va a ser imposible. Se hace extraño estar en la oficina sola, sin el constante soniquete de I. Empiezo a tener un poquito de miedo.
18:07. Sigo trabajando, intentando ignorar todos los pequeños ruiditos de los que antes no era consciente.
18:24. Le doy al botón de publicar entrada.

Un día en la vida de Ulrika (II)

11:45. Hago una pausa para comerme el sandwich de pavo y queso. I. sigue hablando por los codos. N. intenta trabajar. Yo me río desde el despacho.
11:55. Vuelvo al trabajo. I. sigue hablando, esta vez de un maravilloso libro de fantasía para niños que se ha leído recientemente. N. intenta trabajar. Yo sigo trabajando en mi maravilloso despacho dotado de paredes y puertas.
14:30. Hora de comer. I. no ha parado de hablar en toda la mañana, excepto un ratito que ha ido a comprar a la papelería. El suspiro de N. cuando I. ha salido por la puerta ha sido demasiado audible.
14:35. Meto en el microondas del almacén la comidita que me hizo ayer O. Huele genial. N. comenta que se ha hecho pasta al pesto para comer. I. da saltitos de alegría porque tiene judías verdes con pisto que le ha hecho su anciana madre de 78 años.
15:30. Volvemos al trabajo. La conversación de la comida ha sido tan banal que casi ni me acuerdo de lo que hemos hablado. Ah, sí, de pelis. Como siempre, I. ha sido la última en terminar de comer porque no ha parado de hablar. No me extraña que todos los días esté a punto de atragantarse un par de veces. Un día vamos a tener una desgracia.
15:35. Le doy al botón de publicar entrada en el blog.

Un día en la vida de Ulrika (I)

07:00. Suena el despertador. Lo apago. Llevo despierta desde las 6:00. Es lo que me suele pasar las noches de los domingos, que como no he madrugado no tengo sueño y duermo mal.
07:05. Me levanto. Hace frío en la habitación. Se está tan calentito debajo del edredón nórdico que me dan ganas de volver a la cama. Pero no puede ser, hay que ir a trabajar, así de dura es la vida. El baño también está frío.
07:20. Desayuno fruta, como todas las mañanas de los días de diario. Una pera, una mandarina y un zumo envasado de plátano con trocitos de piña. Como no me gusta beberme los tropezones, me los como con una cuchara. Me preparo un sandwich de pavo y queso para media mañana.
07:55. Despierto a O. Dice que no ha dormido bien, que ha estado despierto toda la noche. Ya somos dos.
08:05. Salgo de casa. En la calle hace mucho frío, es lo que tiene vivir en Suecia. Me coloco bien la bufanda y me dirijo a la parada de metro andando todo lo rápido que puedo para entrar en calor. Mis pisadas en la nieve resuenan por toda la calle. Un termómetro marca 0ºC, lo que no está demasiado mal para la época del año en la que estamos. Por lo visto el miércoles va a volver a nevar.
08:30. El metro me deja en la parada del ferrocarril. No hay demasiada gente en el andén. Afortunadamente enseguida llega mi tren. Me siento al lado de la ventana y saco mi libro. En ese instante soy feliz, calentita en el tren, con un libro en la mano y 15 minutos por delante para sumergirme en la lectura.
08:55. Llego al trabajo. Mis dos compañeras no han aparecido, por supuesto. Pongo la calefacción y enciendo mi ordenador.
09:10. Llega N. como siempre 10 minutos tarde. Llega contenta, ha tenido un buen fin de semana. I. todavía no ha aparecido, como es habitual desde su segundo día de trabajo.
09:15. Llega I. Charlamos un ratito y nos ponemos a currar, que para eso nos pagan.
09:40. I. sigue rajando a pesar de que N. y yo hace ya más de 10 minutos que pretendemos hacer nuestro trabajo. Menos mal que yo tengo un despacho para mí sola y puedo hacer caso omiso a sus cuentos.
09:59. Decido que voy a describir este día de mi vida en mi nuevo blog.
10:16. Le doy al botón de publicar entrada.

söndag, december 09, 2007

Cosas que le gustan a Ulrika (II)

- Las lucecitas de los árboles de Navidad
- Los bombones de chocolate blanco
- Madrid
- Los ruiseñores
- Los helados de vainilla

lördag, december 08, 2007

Cosas que le gustan a Ulrika

- Los blogs verdes
- Los sables láser
- Los músicos
- Aprender nuevos idomas
- Los cubos
- Las lámparas